PROBIÓTICOS, PREBIÓTICOS, SIMBIÓTICOS. LA IMPORTANCIA DE CUIDAR NUESTRAS BACTERIAS

A buen seguro, habéis oído hablar de alimentos probióticos y prebióticos y de sus múltiples beneficios para el organismo. Pero, ¿ sabemos realmente para qué sirven y en qué se diferencian?

Para situarnos en el tema, os diré que en nuestro aparato digestivo conviven cerca de 400 especies de bacterias, de las cuales, algunas son beneficiosas para nuestro organismo y otras son patógenosas, es decir, causa de enfermedades. Pues bien, las bacterias, digamos “buenas”, producen unos ácidos que impiden el crecimiento de las “malas”. Existen muchos factores que pueden provocar problemas o desórdenes intestinales, como la toma de antibióticos, una mala alimentación, infecciones, estrés…

El término probiótico proviene del griego “a favor de la vida”. Se trata de microorganismos vivos que ayudan a restituir la flora intestinal alterada. Consumimos más bacterias “buenas” para ayudar a combatir las “malas”, reduciendo el riesgo de enfermedad. Se encuentran principalmente en productos lácteos fermentados.

Los prebióticos, por su parte, se diferencian fundamentalmente de los probióticos, en que se trata de sustancias sin vida, que ayudan a las bacterias beneficiosas.  Los probióticos son cepas, bacterias, mientras que los prebióticos serían el alimento, la fibra, para esas cepas del intestino. Estimulan selectivamente el crecimiento de determinada especie de bacteria ya establecida.Las sustancias prebióticas más conocidas son los oligosacáridos, fructoligosacáridos o inulina. La mayoría de los prebióticos se usan como ingredientes de alimentos, como galletas, cereales, chocolate…

En realidad, prebióticos y probióticos se complementan, ya que los primeros vendrían a potenciar a los segundos. Podríamos decir que su objetivo es el mismo, aunque actúan de manera diferente. Es por ello que podemos hablar también de simbióticos, que aúnan los beneficios de prebióticos y probióticos en un mismo producto.

Además de los alimentos que contienen estas sustancias o bacterias, existen también preparados farmacéuticos, muy recomendables en determinadas etapas, para evitar que se destruya la flora intestinal, como por ejemplo, en casos de estreñimiento, gastroenteritis, cuando se están tomando antibióticos, o en personas que están realizando dietas. De hecho, las últimas investigaciones en cuanto a complementos nutricionales adelgazantes, empiezan a apuntar a los prebióticos y probióticos en sus formulaciones.

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